Philips está evaluando una nueva tecnología que pudiera reducir los efectos secundarios de la quimioterapia en el tratamiento del cáncer. Esta nueva tecnología se basa en pequeñas burbujas o "microburbujas", del tamaño de un glóbulo rojo, que transportan el medicamento hasta las células cancerosas. El viaje de las microburbujas puede ser rastreado utilizando ultrasonido y una vez que lleguen a su destino, pueden romperse (o activarse) utilizando un pulso de ultrasonido y liberar entonces el medicamento. Esto no solo reduce el daño colateral del medicamento a los tejidos sanos sino que aumenta la efectividad del medicamento ya que solo será liberado en la zona de tejido enfermo. Esta técnica aun se encuentra en su etapa de investigación por lo que faltan algunos años para verla en uso.
Fuente: Engadget
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